La exposición incluye un recorrido didáctico que va desde la Astronomía helena, cuyo libro más representativo es Syntaxis Mathematica o Almagesto de Claudio Ptolomeo, la astronomía árabe, la época alfonsí, la Salamanca de mediados del s. XV al XVI (con especial referencia a A. Zacut) para finalizar con De revolutionibus orbium coelestium de Nicolás Copérnico.
La invención de la imprenta a mediados del s. XV supuso una auténtica revolución. Propició la traducción e impresión (editio princeps) de los textos más importantes de los autores clásicos greco-romanos y árabes, obras relacionadas con la Astronomía/Astrología/Matemáticas. Muchos de estos textos llegaron a Europa a través de lo que frecuentemente se cita como Escuela de traductores de Toledo (formalmente no existía tal escuela, pero sí una confluencia de traductores). En Europa se escribieron algunas obras en los siglos XIII y XIV entre las que destacan las Tablas Alfonsíes y el Tractatus de Sphæra de Sacrobosco.
Muchas de estas primeras impresiones se hacen en Alemania e Italia. España también ocupó un lugar destacado, siendo Salamanca uno de los grandes centros de impresión.
Estamos en la segunda parte del siglo XV e inicios del XVI, antesala de la revolución copernicana y de los grandes viajes de navegación transoceánica. Salamanca se convierte en un centro de referencia de la astronomía/astrología. En 1460 se creó una cátedra de astrología/astronomía en la Universidad de Salamanca, que, al igual que en otras Universidades, estaba asociada a la Medicina, ocupada por catedráticos relevantes que sentaron las bases de la reforma del calendario y dieron soporte a acuerdos tales como el Tratado de Tordesillas. Aunque no formó parte de la Universidad, por su condición de judío, destacó en Astronomía la figura de Abraham Zacut, quien nació y vivió en Salamanca, donde escribió su obra más relevante ha-Ḥibbur ha-gadol (La Gran Composición).
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Se agrupan por épocas
En Egipto, la posición de algunas estrellas servía como referencia para las actividades agrícolas.
Tras la caída del Imperio Romano de Occidente, la astronomía, que había tenido una época dorada en siglos anteriores en la antigua Grecia con astrónomos como Hiparco y Ptolomeo, quedó relegada en Europa a algunos monasterios.
Los equipos al servicio del rey Alfonso X elaboraron: La octava esfera, las Tablas alfonsíes y el Libro del saber de astrología, inspirados en las obras árabes que complementaron con observaciones astronómicas.
En 1460 se creó una cátedra de astronomía/astrología en la Universidad de Salamanca, que, al igual que en otras Universidades, estaba asociada a la Medicina.
Este libro es considerado una de las más hermosas ediciones del siglo XVI. Fue financiada por Carlos V y su autor se la dedicó. Se trata de un compendio de ideas sobre astronomía a comienzos del siglo XVI, antes de que Copérnico publicara su novedosa obra. Destaca la belleza y carácter práctico de sus ilustraciones, en las que se utilizan discos móviles de papel, coloreados a mano, que simulan el movimiento de los astros de acuerdo con el modelo de Ptolomeo.
Santa Cruz vivió y trabajó en Toledo entre 1539 y 1544, que es cuando probablemente escribe esta obra. Carlos V había recibido la primera edición del Astronomicum Caesareum de Apiano (1540), pero había conceptos que no entendía, por lo que solicitó a Santa Cruz una versión explicada en castellano. El resultado fue este magnífico manuscrito, donde se incluyen traducciones del Astronomicum, del Tratado de la esfera de Sacro Bosco y de las Teóricas de los planetas de Georg Peurbach, todas magníficamente resumidas.
Esta obra sirve para mostrar la aplicación práctica de la astronomía en el arte de la navegación. Es el primer texto de náutica impreso en España. La parte geográfica está dedicada principalmente a la costa americana y es un verdadero derrotero. La dedicada a la navegación contiene tablas de declinación solar, reglas para calcular la altura del Sol y de la estrella polar, “por donde los pilotos y mareantes puedan regirse y gobernarse en el mar”. Asimismo, contiene explicaciones sobre instrumentos como el astrolabio o el cuadrante.
Uno de los libros más relevantes de la historia de la ciencia es De revolutionibus orbium coelestium (Sobre las revoluciones de las orbes o esferas celestes), del polaco Nicolás Copérnico (1473-1543), de cuya primera edición, publicada en 1543 en el mismo año que muere su autor, se muestra un ejemplar en la exposición. Copérnico realizó pocas observaciones astronómicas y se basó sobre todo en aquellas que había heredado de la antigüedad. De revolutionibus incluía una versión actualizada del catálogo de estrellas de Ptolomeo.